¿Alguna vez has experimentado una reacción muscular repentina ante una situación de pánico o ansiedad? Ese temblor totalmente incontrolable que se produce de forma espontánea se denomina temblor neurogénico y tanto en el mundo humano como en el animal, parece ser la respuesta más natural para recuperar el bienestar físico y mental tras un estrés intenso.
Se define como una experiencia somática primordial, presente en todo el mundo y en todas las especies animales, que se origina en el proceso natural del sistema de memoria procedimental del cerebro.
¿De dónde viene?
El origen del temblor neurogénico, si bien puede limitarse fácilmente a la esfera psicológica humana, en realidad es de tipo fisiológico. En presencia de estrés o trauma severo, el cuerpo desencadena una reacción bioquímica espontánea que provoca una contracción muscular involuntaria. El temblor espontáneo resultante es la forma natural del cuerpo para disolverlo.
Si el proceso se interrumpe bruscamente antes de su finalización, se corre el riesgo de encontrarse con el desarrollo de problemas crónicos o molestias que también repercutirán en el ámbito psicológico. Aprendiendo de nuestro cuerpo y de sus defensas naturales, es posible aprovechar al máximo este temblor especial para aliviar el estrés y relajarnos de forma muy profunda.
Hechas las premisas necesarias, es normal preguntarse cómo, en esencia, el temblor neurogénico puede traer beneficios concretos en la vida cotidiana. Recorriendo el camino natural de nuestro cuerpo que reacciona espontáneamente ante un trauma o una situación de alto estrés, no solo podemos relajarnos de manera profunda y completa, sino también experimentar un estado de bienestar difícil de alcanzar con otras metodologías.
La tensión muscular, erróneamente asociada única y exclusivamente a la práctica de un deporte o esfuerzo físico, puede depender de muchos factores. Algunos ejemplos son la posición incorrecta del cuerpo durante las horas de trabajo, el descanso nocturno superficial, etc. Al sumar todos estos elementos, se obtiene un estado de estrés perenne tanto para el cuerpo, que sufre, como para la mente, incapaz de dejarse llevar por completo al descanso.
Por eso, la técnica que hace del temblor neurógeno la columna de sostén es capaz de aumentar la flexibilidad del cuerpo (en particular de la columna vertebral), de intervenir sobre las contracturas, incluso las crónicas, y de amplificar el estado general de bienestar. Combinado con los beneficios del yoga, será posible alcanzar un profundo estado de relajación con unos pocos y sencillos ejercicios que se realizarán de forma independiente todos los días.
Cuáles son los ejercicios
Distender el torax
Para alcanzar un estado de completa relajación y experimentar el intenso bienestar de una mente y un cuerpo más ligeros, estirar el pecho es un excelente ejercicio. En este caso, los beneficios del yoga se combinan con los del temblor neurogénico para conseguir una relajación muscular profunda.
Acuéstese en el suelo o en la colchoneta boca arriba. Mantenga los hombros, la cabeza y las nalgas firmemente en el suelo, relájese y extienda completamente los brazos.
Puedes usar una toalla enrollada muy común para mantener debajo de la espalda, a la altura del pecho.
En esta posición, respira muy lenta y profundamente, inhalando y exhalando durante cinco segundos.
Concéntrese en relajar todo el cuerpo y abrir el pecho durante al menos 5 minutos y repita la operación hasta que se disuelva cada músculo.
Distender las piernas
Este ejercicio será muy apreciado por corredores, ciclistas de montaña y deportistas en general. Es muy frecuente notar un temblor generalizado que se extiende por todo el cuerpo, sobre todo después de una intensa sesión de entrenamiento.
Acuéstese boca arriba y levante las piernas lo más alto que pueda, tratando de no mover la espalda. Puede ayudar doblando el cuello y la cabeza ligeramente hacia adelante.
Manteniendo las piernas levantadas de esta manera, coloque las manos en la parte interna del muslo y empuje suavemente hacia abajo, manteniendo los pies apuntando hacia la cabeza y asegurándose de que las plantas estén hacia arriba.
Permaneciendo en esta posición durante un par de minutos, respirando profunda y lentamente con los ojos cerrados, se conseguirá provocar un temblor neurógeno y disolver las contracturas musculares tanto del tronco como de los miembros inferiores.
Distender todo el cuerpo
El estiramiento es muy importante y combinado con técnicas de temblor neurogénico, puede tener enormes beneficios para todo el cuerpo.
Acuéstese en el suelo o en la colchoneta boca abajo.
Apoya las plantas de los pies en el suelo y separa ligeramente las piernas.
Levante la espalda y trate de equilibrarse de esta manera, manteniendo el cuello y los hombros apoyados en el suelo. Puedes agarrarte los tobillos con las manos si puedes.
Mantén esta posición durante unos 30 segundos.
Vuelve al suelo, coloca las palmas de las manos sobre la colchoneta y levántate con los brazos. Mira hacia arriba.
También en esta segunda fase, mantén la posición durante unos 30 segundos. Si el temblor no se produce, puedes repetir el ejercicio varias veces.}
Distender la espalda
La espalda es quizás la parte de nuestro cuerpo que más estrés soporta en el día a día. Ser capaz de estirar completamente la espalda puede parecer difícil, pero con este ejercicio puedes desencadenar el temblor neurogénico en su espalda para relajarla por completo.
Coloque las manos y las rodillas en el suelo, asumiendo la posición de yoga Majrasana.
Al inhalar, doble ligeramente la espalda y mire hacia abajo; al exhalar, mire hacia arriba o hacia el frente arqueando la espalda en forma de U.
Repite la operación varias veces, ayudándote con la respiración, para contraer y relajar los músculos.
Concentrándose en este movimiento tan simple durante unos treinta segundos, será posible liberar cualquier tensión presente en la espalda.
Distender las manos
Pc, smartphones, tableta, recados que atender: muchos movimientos sencillos que todos hacemos sin darnos cuenta, pero que pueden causar molestias e incomodidad en las manos. Sin embargo, gracias al temblor neurogénico, es posible extender completamente las manos para obtener un beneficio ilimitado y relajante.
Obtenga un objeto suave, como una pelota de goma para aliviar el estrés.
Después de apretarlo con todas tus fuerzas durante cinco segundos, suelta y extiende completamente la mano abriendo todos los dedos.
Repita el mismo ejercicio con la otra mano.
Puedes repetir la operación tantas veces como sea necesario para que cesen los temblores en ambas manos. Realice breves ráfagas de pulsos para un total de al menos 10 repeticiones.
Conclusión Un mecanismo natural y fisiológico como el temblor neurogénico puede convertirse en un poderoso aliado contra el estrés crónico. Al aprender a dominarlo a través de estos ejercicios, podrá activarlo "a la orden" para relajar completamente su cuerpo y mente.
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