Ikigai (生 き 甲 斐) es un término japonés que no tiene traducción real a nuestro idioma. Su significado literal es "motivo para levantarse por la mañana" y en este artículo descubrirás exactamente qué es, por qué es tan importante conocerlo y cómo empezar a buscar tu ikigai personal.
¿Por qué no encontramos nuestro camino?
¿Qué dirías si a partir de hoy te pagaran por hacer lo que más te gusta? Yo pensaría: “¿dónde? ¿Cuándo? ¿Dónde tengo que firmar?" Cada uno de nosotros sueña con una vida que fluya en un fluir continuo y armonioso. Soñamos con estar rodeados de cosas bellas y agradables, estimular y comprender a las personas y realizar trabajos que sean tan gratificantes para nosotros como útiles para los demás, pero paradójicamente, tan fuertes como el deseo de alcanzar ese estado de bienestar y la armonía es, se siente casi imposible de alcanzar, como una utopía físicamente distante de nosotros.
Viendo las cosas desde este punto de vista, nos desligamos (inconscientemente) de la responsabilidad de buscar una mejor manera de vivir, aceptando como excusa las típicas frases que nos repetimos por no escuchar a nuestro verdadero yo: “¿dónde encontrar el tiempo para cambiar?!" o "¡Imagínate, desafortunado porque estoy seguro de que nada cambia!" Cuando nos hablamos a nosotros mismos de forma negativa es como si nos auto saboteáramos a nuestra persona, alejándonos así de una de las prácticas más efectivas para alcanzar nuestras metas y realizar nuestros deseos, esa es la visualización (que también es un componente fundamental de la ley de la atracción).
Conocernos para encontrar la felicidad
Antes de saber en qué nos convertiremos, debemos entender qué es lo que realmente amamos hacer y qué hacemos mejor que nadie. Una vez que hemos encontrado nuestro don único y especial, necesitamos desarrollarlo. ¿Pero cómo? Me gustaría que cerraras los ojos... Empieza a imaginar cómo sería ganarte la vida cada mes, cada semana, cada día haciendo algo que además de agradarte no te cueste ningún esfuerzo, al contrario te gratifique y a la vez ayude a las personas que te rodean. . Tony Robbins dice: "Si siempre haces lo que siempre has hecho, entonces siempre tendrás lo que ya has tenido". No importa si tus amigos o familiares no entienden lo que quieres decir cuando se lo dices o si tú mismo lo dudas cuando lo dices en voz alta, tu misión es averiguar por qué estás en este planeta.
Filosofía japonesa para una vida más feliz
La cultura de Okinawa, un pequeño archipiélago al sur de Japón, ha sido estudiada en profundidad por diversas biomedicinas, de hecho forma parte de las famosas "Zonas Azules" del planeta donde la población muestra una longevidad superior a la media. Los habitantes de estas islas, además de vivir mucho, también viven muy bien, siguen una dieta saludable y tienen un muy buen acercamiento a la actividad física desde la juventud hasta los últimos días de vida. Desde un punto de vista espiritual, estas personas practican regularmente la meditación y es aquí donde nació uno de los términos más fascinantes relacionados con esta cultura: ikigai. Esta forma de vivir la vida dista mucho de la visión que tenemos los occidentales, acostumbrados a hablar principalmente de objetivos a alcanzar de una manera bastante teórica, sin pensar realmente en un futuro concreto, sino más bien en una idea del mismo.
El método ikigai contiene precisamente las piezas faltantes de la cultura occidental, concretando nuestras metas y devolviendo nuestro proyecto de vida a la esencia del día, dándonos así una razón válida para levantarnos por la mañana, así como la responsabilidad de decidir en qué tono queremos vivir todos los días.
Qué es el método Ikigai y cómo funciona
Ikigai es un estilo de vida que nos acerca a una plenitud, una "redondez" entendida como un ciclo vital que abarca diferentes áreas de la vida, dándoles la misma importancia, ya que el concepto de prioridad no existe realmente frente a los pilares de nuestra vida y es sólo una distracción. Por lo tanto, debemos reemplazar la palabra prioridad con áreas vitales y luego hacer que todas encajen en un solo punto central. Precisamente ese punto donde se produzca la convergencia será nuestra zona azul, nuestro ikigai. Por lo tanto, podemos dividir estas áreas en 4 partes:
Lo que te gusta hacer → Pasión
Lo que el mundo necesita → Misión
Lo que puedes hacer (en el mejor de los casos) → Vocación
Lo que le pueden pagar → Profesión
Cuando se crea armonía entre estos cuatro factores, el significado de nuestra vida se vuelve más rico y completo.
Es curioso pensar cómo una tradición milenaria como esta nos dice de manera tan concreta cuáles son los ámbitos que componen nuestra vida y cómo debemos cuidarlos por igual y a diario. Día tras día nos dejamos llevar por metas impuestas desde el exterior, etapas estándar de vida que seguimos sin hacernos demasiadas preguntas, perdiendo así el sentido de nuestros días y de nuestra vida, pero el ser humano por naturaleza posee una auténtica individualidad. , siempre está buscando mejoras y estímulos. El método ikigai nos ayuda diariamente a hacer un balance de la situación y entender lo que realmente queremos, para seguir nuestra verdadera vocación y no caminos ya preestablecidos por las condiciones sociales. Separar los caminos de la vida en etapas va contra la naturaleza, lo que es parte de nuestra naturaleza en cambio es la redondez: la vida es un círculo y no una escalera.
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